jueves, 5 de julio de 2012

Juli y Manzanares hacen el toreo en la Goyesca

Publicado en Burladero.com el 03/09/2011

Ronda era una fiesta. No cabía un alfiler en los alrededores de su centenaria Real Maestranza. Un ambientazo sin igual en la ciudad del Tajo para vivir con intensidad la tradicional corrida Goyesca que este año alcanzaba su LV edición.

Esa intensidad desbordada de los alrededores se trasladó a piedra interior de los tendidos rondeños. Se colgó el cartel de 'no hay billetes', como no podía ser de otro modo, para presenciar un festejo en el que el cartel había despertado un interés especial: Juli, Manzanares y Cayetano, que reaparecía tras mes y medio de inactividad.

Para la ocasión se había elegido una corrida de la divisa gaditana de Núñez del Cuvillo, un encierro con una presencia acorde de la plaza y en que los astados desarrollaron un juego desigual, en el que hubo algunos ejemplares manejables que propiciaron el triunfo de la terna actuante, y en el que hay que destacar el cuarto toro de la tarde, de nombre Pegajoso, un toro excepcional que fue premiado con el premio póstumo de la vuelta al ruedo.

Fue Julián López El Juli quien tuvo el privilegio de encontrarse con Pegajoso. Ya en un quite por chicuelinas se dejó entrever la calidad del astado. Sin probaturas, comenzó su faena en los mismos medios con la muleta en la diestra para torear en redondo. A partir de ahí el toro fue un derroche de bravura y calidad. Qué forma de colocar la cara de este Pegajoso de Cuvillo.

Juli dio un auténtico recital de toreo, tanto en lo fundamenta como en lo accesorio.Qué manera de embeber la embestida en un los vuelos de muleta tan poderosa. Molinetes con la zurda y pases de las flores en círculo sobresalieron del conjunto. Una obra que no pudo rubricar el diestro madrileño a la primera. Las dos orejas fueron a parar a su esportón y el pañuelo azul hizo justicia con un toro de una clase excepcional.

También había fallado a espadas en el que abrió plaza, un ejemplar que había salido suelto en los primeros tercios con el que Julián ofreció una imagen de poder, raza y ambición incontestable. Clavó las zapatillas entre las dos rayas para, a pies juntos, pasarlo una y otra vez por alto sin inmutarse. Por el derecho el toro se metía un poco y fue por el izquierdo cuando la faena alcanzó mayor vuelo. Surgieron buenos naturales, dejando la muleta muerta, lentos y largos. Un inoportuno desarme hizo que Juli volviera a la diestra para dejar una serie de redondos cargada de rotundidad.

Un final de faena encimista, encadenado circulares y pases de pecho y en el que nofaltaron unas ajustadas bernadinas con un Juli apabullante de valor desmedido, desafiante, que terminó convenciendo a propios y extraños. Como apuntamos, pinchó antes de cobrar la estocada y el premio se quedó en una oreja de peso.
Con esa rotundidad mostrada por el madrileño, José Mari Manzanares salió espoleado a recibir al primero de su lote, un jabonero nada fácil, que además desarrolló peligro. Lo intentó en todo momento el alicantino. Series cortas e intentando alargar la embestida del burel. Vimos a un Manzanares más obrero que artista. Mató de forma contundente y el público le compensó el esfuerzo pidiéndole la oreja. 

Tampoco tuvo suerte con el quinto, un ejemplar justo de fuerza al que le costaba humillar que terminó reponiendo y muy orientado. Manzanares lo intentó de nuevo pero ante tan pocos mimbres poco cesto podía elaborar. El cuvillo incluso llegó a echarse antes de que Josemari se perfilara en la suerte suprema. Logró una gran estocada y el balance quedó en saludos tras aviso.

Pero Manzanares no quería abandonar la plaza a pie, aunque a punto estuvo de hacerlo ya que regaló un sobrero que se lastimó a las primeras de cambio y tuvo que ser apuntillado. Parecía que algún tipo de maldición perseguía al alicantino. Salió un segundo sobrero también de Cuvillo al que recibió con suaves verónicas.

Tras un emotivo brindis a sus compañeros de terna y al empresario, Francisco Rivera Ordóñez, el alicantino se llevó al astado a los medios para comenzar a torear por el derecho, con temple y plasticidad. A partir de ahí comenzó su particular recital. También brilló con luz propia al natural. Mano baja en una serie cumbre de nuevo por la derecha rematada con un soberbio pase de pecho enroscándose al Cuvillo hasta la hombrera contraria.

Ronda tuvo que esperar hasta este segundo sobrero para poder disfrutar con el mejor Manzanares. La explosión de júbilo tras la estocada recibiendo retumbó en el famoso Tajo de ciudad malagueña. Dos orejas al esportón para poder acompañar a hombros asus compañeros.

Cayetano se presentaba con un terno rosa mejicano (según el sastre) diseñado por la Duquesa de Alba que ha acaparado no pocos titulares. Anécdotas a parte, el menor de los Rivera sorteó un primer ejemplar que tuvo nobleza en las embestidas. Cayetano, siempre con ganas, forjó un trasteo intermitente pero nunca sin llegar al nivel de calidad que exigía su oponente. Sobresalieron los pases de pecho y algún cambio de mano. Mató de estocada y sumó una oreja benévola.

Con una tremenda disposición inició la faena del sexto de rodillas, en el tercio, con un toreo por alto a dos manos de mucho sabor. Con la diestra, ya en los medios dibujó buenos derechazos a los que le faltó alma, ya que quizás acusara su periodo de inactividad. No faltó el Cayetano efectista cuando se desprendió de las zapatillas y las lanzó a los terrenos de sol. Algún natural a pies juntos y los remates finales fueron lo mejor de un trasteo en tono menor. Tras la estocada, el público (no hay que olvidar que Ronda es su plaza) le pidió con fuerza las orejas. El presidente atendió la petición y se sumó a la fiesta. Dos orejas excesivas, si las comparamos con las de Juli y Manzanares que se habían encargado de bordar el toreo en la ciudad del Tajo.

Ficha del festejo

Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. LV Corrida Goyesca en la Feria de Pedro Romero. Lleno de 'no hay billetes' en tarde con algunas nubes. Toros de Núñez del Cuvillo, correctos de presencia, desiguales de presencia, mejores 3º, 7º (bis) y el 4º, de nombre Pegajoso, premiado con la vuelta al ruedo.

Julián López El Juli (de blanco yazabache con adornos gris plata): oreja y dos orejas

José Mª Manzanares (de azul y azabache): oreja, saludos tras aviso y dos orejas en el sobrero de regalo

Cayetano (de rosa mejicano y azabache): oreja y dos orejas tras aviso

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