viernes, 11 de septiembre de 2009

Figuras históricas en Higuera de la Sierra para homenajear al Padre Girón


Esta tarde a las 17:30h tendrá lugar la XL edición del Festival Taurino de Higuera de la Sierra que este año servirá para rendir merecido homenaje al que tantos años fue alma mater de esta tradicional cita serrana, el sacerdote Francisco Girón.

El cartel lo conforman las siguientes figuras del toreo: José Luis Parada, Ortega Cano, Paco Ojeda, Juan Antonio Ruiz “Espartaco”, Pepe Luis Vázquez, Miguel Báez “Litri” y el novillero Manuel Sarrión, que actuarán de forma desinteresada ante reses donadas por las siguientes ganaderías: Diego Puerta, Juan Pedro Domecq, Santiago Domecq, Manuel A. Millares, Manolo González, Luis Algarra y “Las Monjas”.

Un cartel especialmente rematado para la ocasión: “a tal señor, tal honor”. Paco Girón era un extraordinario aficionado que encontró en la gente del toro la solidaridad necesaria para sus grandes obras, siempre destinadas a paliar las necesidades de los más débiles.

Nos enteramos de su fallecimiento una fría mañana del pasado enero. Francisco Girón Fernández, Medalla de Oro de Andalucía, nació en Sevilla en 1923. Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, abandonó la abogacía para ordenarse como sacerdote en 1963, ocupándose de la dirección espiritual del Seminario de Huelva hasta 1975. Desde sus inicios, en una parroquia obrera, Francisco Girón demostró un hondo compromiso social con los colectivos más desfavorecidos.

Pero su popularidad no se circunscribía a la ciudad de Huelva, si por algo era conocido el Padre Girón era por ser hijo ilustre de la preciosa villa serrana de Higuera de la Sierra, en la que durante cerca de cuarenta años organizó su tradicional festival taurino para recaudar fondos para algunas de sus grandes obras: la Cabalgata de Reyes Magos y la residencia de ancianos, hoy Hogar Virgen del Prado.

Conocí al padre Girón a principios de los años 90, mi amistad con el Maestro Litri y Pedro Macías me hicieron colaborar en el tradicional festival taurino. Un auténtico privilegio que me permitió disfrutar de la santidad que irradiaba este cura, “chaparrito de cuerpo y grande de alma” como lo denominaría el inolvidable Manolo Ramírez. Era puro nervio, como pueden atestiguar los que le conocieron, pero era un nervio incansable por hacer el bien y ayudar a los más débiles.Se me vienen a la memoria multitud de anécdotas, divertidísimas algunas, como los apuros que pasaba a veces por su temeridad en alguna capea o festival. O como el año en que los diestros lo sacaron a hombros al terminar el festival (pese a su resistencia). O cuando te lo encontrabas vestido de pastor, adorando al Niño, siguiendo la carroza del Nacimiento en "su" Cabalgata.

En una ocasión, tras los éxitos del Festival Taurino en el que llegaron a tomar parte todas las figuras del toreo de ayer y de hoy, le sugerían al padre trasladar el festejo a la Plaza de Toros de Aracena con el fin de poder recaudar más fondos dado el mayor aforo a lo que Girón se negó rotundamente afirmando: “le vamos a quitar un día grande a mi pueblo…”

Así fue el amor de Francisco Girón por su pueblo, por su festival, y por su Cabalgata.

Le echaremos de menos esta tarde, a eso de las cinco de la tarde, cuando su casa era un hervidero de toreros, ganaderos, taurinos, amigos y familiares. Inconfundible olor a nardos el que rebozaba el comedor, y allá que cogía los trastos y oficiaba una entrañable Eucaristía minutos antes del paseíllo. Año tras año, de las misas más bonitas que recuerdo. Todos participábamos en una celebración en la que se sucedían los comentarios y las referencias a la Fiesta que tanto contribuyó a los sueños de este serrano.

Va por ti: TORERO.

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