Una ventana desde Sierra Morena: La magia de la bravura

miércoles, 10 de febrero de 2010

La magia de la bravura

Quisiera compartir con mis amig@s esta bonita foto de un día del pasado mes de enero, tomada en la Dehesa Yerbabuena.

Cómo una preciosa criatura recién nacida será capaz, con el paso de unos años, de convertirse en protagonista de uno de los espectáculos más maravillosos del mundo.

Es lo que podríamos denominar como "el milagro de la bravura".

2 comentarios:

Pepelu Gámez dijo...: Si no parece un toro de lo pequeño ques es.

Si quieres ver toros en directo mira en este enlace:

entradas jose tomas santander; 11 de febrero de 2010, 13:39
Eva Florencia dijo...: Preciosisíma foto, Carlos...los antis nunca comprenderán ese sentimiento tan grande que los taurinos tenemos hacía nuestro ídolo. No hacen falta palabras.; 14 de febrero de 2010, 14:10

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Cante grande de Morante

Huelva, 5 de agosto de 2006

Habíamos diseñado el fin de semana taurino pensando en El Puerto y nos lo encontramos en Huelva, al fin y al cabo es el sur, Sevilla, Huelva y El Puerto, conforman un triángulo maravilloso, perfumado por el frescor de la marisma de Doñana e iluminado por el azul purísima de Nuestra Señora.

Se empeñan algunos en debatir que si Curro, que si Paula, que si Morante...las comparaciones son odiosas, también se dice. Algunos que han visto a los tres, dicen que el último es el más completo y regular. Yo sólo he visto al de La Puebla, y el valor que demostró en Huelva, dudo mucho de que otros fueran capaz. Qué manera de pasarse los toros por la barriga y enroscárselos en la cintura, de citar y de parar el tiempo. De no inmutarse con las arrancadas y sacarse el toro airoso por alto. De comenzar con un ayudado por alto y seguir con un toreo eterno hasta rematarlo con un soberbio natural por bajo, imagínenselo por un momento.

Salió el cuarto (de a pie) se fajó con él a la verónica, apretó el toro, y le ganó terreno, un tanto rápido, pero eran los inicios...ya vendrá el toreo despacio en el quite. Así fue, cuatro...y media, soberbia. Morante en estado puro, el inicio de faena fue de manicomio. El toro apretaba, y él ligaba sin perder un paso. El traje, blanco y plata con cabos negros, era el mejor testigo de la común unión entre toro y torero. Hubo repertorio completo, kikirikís, cambios de manos sacando la muleta por encima de la cara...esencia pura de toreo grande.

Ya en el tercero dejó constancia de su disposición, y un quite por chicuelinas, de las que marcarán época, como las de Camino, como las de Manzanares,...

Qué mala suerte para los toreros torear con Morante...¿qué pueden hacer? Después de que el sevillano destapara el tarro de las esencias. En primer lugar, hay que decir que no se notó la presencia del Juli en la taquilla. Muy digo en su primero. Sartenazo, multa y tres puntos del carné (comentario de mi amigo Fernando Carrasco), en su segundo tras bajonazo que le pegó al quinto.

De Miguel Ángel Perera, poco que decir, demasiados enganchones, toreo triste y serio. Abría cartel un rejoneador de la tierra, que no sabemos que pintaba por allí, petardo del caballero, aunque si son exigencias de Morante...aceptamos jinete.

Un descabello a pulso

El Puerto de Santa María, 6 de agosto de 2006

Quieto, impávido, con las zapatillas asentadas, la muleta plegada y pegada al muslo, el toro, amorcillado y humillado, y con el brazo en alto con el estoque de cruceta dejar un certero descabello para terminar con la vida del quinto de la tarde. Dirán que por qué empezar una crónica con este detalle, pero mi juventud hace que sea la primera vez que observe la suerte del descabello de esa manera tan peculiar. Fue él, el que cada tarde con algunos de sus destellos nos evoca el toreo de época de Joselito, Morante de la Puebla.

La tarde tuvo poca historia, petardo de corrida de Juan Pedro, una más...que yo haya visto van tres en esta temporada, y que haya leído, algunas más...¿Hasta cuándo? Sr. Conde del Asalto. Muy justos de fuerza, y no digamos de raza.

Con toros así flojos y bobalicones nada pudo hacer el de Chiva, más que estar digno y demostrar que está pasando un bache con la espada. Por mucho que se empeñó Salvador Cortés en dejar crudos a sus toros, el poco fundo de los astados dio al traste con las ganas de agradar del sevillano.

Los detalles de la tarde corrieron a cargo del de La Puebla del Río. En el primero no anduvo muy confiado con el capote. El toro, mansito, iba y venía sin molestar, pero dada la actitud que mostró con el capote presuponíamos que no le había gustado el burel y que tiraría por la calle de en medio, más aún tras pegarle de lo lindo en el caballo. Morante se percató del tranco del toro en banderillas, y cambió de actitud con la muleta, dobladas y ayudados por alto, para ponerse en redondo entre las dos rayas, a refugio del aire de poniente. El Puerto disfruta con Morante y eso se palpa en el ambiente, la plaza ruge con los fogonazos de arte y pinturería, con los remates por bajo, los kikirikís...la plaza estalla por bulerías. Pero todos sabíamos lo poco que duraría el toro y así fue. Estocada y oreja para el sevillano.

El quinto, quizás el más flojo del encierro, atacado de kilos, no ayudó nada a redondear la tarde. Las ganas de Morante eran patentes, incluso lo llegó a probar para tomar los palos, rememorando aquella gran tarde pasada, pero los esfuerzos eran inútiles. Aun así, se llevó el toro al sol, y aprovechando algunos viajes hacia querencias dejó algún natural de esos en los que se para el tiempo, de frente, ayudados, machacón Morante con un toro agonizante que deja entrever la realidad más triste de la Fiesta. Lo mejor: el descabello.

Vergüenza torera

Publicado en Abc el 19 de febrero de 2001

En estos días del mes de febrero, como cada año, empiezan a vislumbrarse algunas combinaciones de los carteles de la próxima Feria de Abril.

Quiero destacar algo que como aficionado sevillano me ha causado gran dolor: tras anunciarse a bombo y platillo la contratación de ciertas figuras, (con todos mis respetos hacia éstas), que se encontraban ausentes en ediciones anteriores; me preguntaba dónde se ubicaría al principal representante del toreo sevillano en la actualidad, alguien que triunfó en las tres pasadas ediciones del ciclo abrileño, y más aún, el pasado año regó con su propia sangre el albero maestrante, después de una tarde mágica.

¿Es éste el precio que hay que pagar, para después ser el último a contratar por la empresa?. La vergüenza torera, tan admirada en nuestra fiesta nacional, también es menester que sea puesta en práctica por algunas empresas.

En este caso en particular, no se trata de negociar, no es más que respeto. Respeto a alguien que se lo a ganado tarde tras tarde incluso derramando su sangre para ganarse a toda una afición. Morante de la Puebla, está en el corazón de muchos aficionados sevillanos, los que agradecemos el gesto de venir a Sevilla a pesar del trato.

CEREMONIAL, PROTOCOLO Y ETIQUETA EN LA FIESTA DE LOS TOROS

Decía Ortega y Gasset que la Fiesta de los Toros está tan ligada a la historia de España que sin conocer la primera sería imposible conocer la segunda. Mucho se ha escrito acerca de la Tauromaquia, tratados técnicos e históricos, mucho se ha investigado sobre sus orígenes y de cómo ha llegado a nuestros días.

Como aficionado a la Fiesta de los Toros siempre he sentido gran interés en el conocimiento de la Tauromaquia y los orígenes de la corrida de toros tal y como hoy la conocemos. Una afición desmedida que hace que afloren en mi interior una serie de preguntas acerca de todos y cada uno de los elementos que conforman el ritual taurino.

La experiencia como profesional y estudioso de las Ciencias de la Comunicación hace que todos los elementos comunicativos del ceremonial que se llevan a cabo en una plaza de toros despierten en mí un especial interés digno de un exhaustivo análisis.

El rito y el protocolo son, en todos los aspectos de la vida de los hombres, una serie de mensajes codificados que comunican unos valores y muchos otros contenidos. En la Tauromaquia la comunicación de estos valores es esencial, y sólo respetando el protocolo que impone la tradición, el rito de enfrentarse a una fiera salvaje adquiere todo su valor. Precisamente porque lo más hermoso de la Fiesta está en la improvisación de un artista frente a una fiera, que busca transmitir al público una emoción estética. Pero esto no sería posible si él mismo no se sometiera a unas reglas, a unos códigos que hagan entendible la lidia de un toro al público.

Para recibir el artículo completo póngase en contacto con el editor: carlosjaviertrejo@gmail.com

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miércoles, 10 de febrero de 2010

La magia de la bravura

2 comentarios:

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